LOS EDIFICIOS

Orgullosamente dominando el Barú, ofreciendo impresionantes vistas de las llanuras que se extienden hasta el Pacífico, esta residencia muestra una arquitectura audaz pero integrada con el medio ambiente. Cuenta la historia de una larga aventura, un capítulo importante de la historia de Boquete, un tesoro cuidadosamente conservado.

Desde la base de la propiedad, siga el camino de ladrillos que asciende por los bancales del jardín, repletos de verduras nutritivas y hierbas medicinales. Los laterales del jardín están alineados con plantas en flor que polinizan los frutales de los alrededores y 180 árboles de nueces de macadamia.

En la meseta superior del jardín se encuentran la casa principal y la cocina y sala de estar comunitarias. Ambas están aisladas con tejados verdes y, vistas desde arriba, se integran perfectamente en la naturaleza. La residencia principal y los espacios comunes fueron construidos por un arquitecto y constructor francés graduado en «Les Compagnons Du Devoir». Los Compagnons du Devoir son artesanos excepcionales que conservan un saber hacer ancestral en Francia. Su historia se remonta a la Edad Media, cuando jóvenes artesanos recorrían el país para perfeccionar sus oficios. Este viaje, conocido como el «Tour de France», les permitía aprender de los maestros artesanos y descubrir diversas técnicas de producción y creación. A menudo se considera a los compañeros como guardianes de un saber hacer único, capaces de producir obras de una calidad excepcional. Cada pieza creada por un compañero es el resultado de un oficio transmitido de generación en generación, y cada creación refleja una pasión por el oficio y una atención al detalle sin igual.

La residencia principal tiene una cocina y un baño privados en la planta baja, con un dormitorio y un despacho tipo loft en la segunda planta. La notable carpintería está a la vista y los matices de la rica madera dan calidez al concepto abierto. Rodeado de un gran solarium, hay mucho espacio al aire libre para disfrutar del aire fresco de la montaña. El edificio común cuenta con una acogedora sala de estar con una mesa de comedor de canto vivo, una chimenea de leña, un cuarto de baño y una cocina profesional para preparar las comidas de los huéspedes y las cestas de productos para la venta al por menor.

Siga el sendero de ladrillos hacia arriba y más allá de estos edificios hasta llegar a otras mesetas donde se encuentran las tres cabañas. También se puede acceder a las cabañas en vehículo, a través de un camino de grava que atraviesa el centro de la propiedad. Las vistas desde las cabañas son exquisitas y no se ven interrumpidas por los edificios de abajo, gracias a los tejados verdes y la topografía natural de la finca. Las distribuciones son modernas y de líneas limpias, son excepcionalmente acogedoras con acabados ornamentados importados de Nepal, y chimeneas de hierro fundido.

Otros edificios de la granja son las dependencias del jardinero con almacén, paneles solares y cuarto de servicio, dependencias para albergar depósitos de propano y calentadores de agua, así como el granero con almacén de heno, gallineros y refugio para las ovejas. Junto al refugio de las ovejas hay un ingenioso sistema de fabricación y distribución de fertilizantes, y todos los bancales del jardín están irrigados.